Hoy vamos hasta Sant Hilari Sacalm en la provincia de Girona, para aventurarnos en una excursión que nos llevará a conocer el valle de la Riera de Osor. ¿Te unes a la aventura?

Información de la Ruta de los Carboneros

La excursión que proponemos es un trayecto circular de 6,10 km y una duración aproximada de 2 horas y 45 minutos. Empieza en el aparcamiento del municipio de Sant Hilari y finaliza en mismo lugar.

El camino nos llevará a través de un paisaje espectacular, pleno de vegetación y junto a una riera. Conoceremos el valle de la Riera de Osor y las características del antiguo camino que hacían los carboneros para llegar a Osor.

Aún y la belleza de la ruta, alertamos que algunos tramos pueden ser complicados por el fuerte desnivel que presentan y la riera que, en determinados momentos, cruza el camino y se tiene que atravesar a pie. Es una ruta recomendada para cualquier persona, a pesar de que requiere tener resistencia por su duración y los tramos con desnivel. No la recomendamos para hacer con niños o con personas con movilidad reducida.

Indicaciones de la Ruta de los Carboneros

El recorrido empieza en el parking de la carretera que conecta Sant Hilari con Osor, justo antes del km 18. Este primer tramo sigue un camino que bordea la riera y, alguna vez, tendremos que cruzar pequeños torrentes. Llegamos a la primera parada de la excursión, a la Roca Foradada, una gran piedra de 8 -10 m de altura a pocos metros de la riera. En este punto tendremos que volver a atravesar la riera.

Y justo al otro lado del río, encontramos la Cueva de Serrallonga y emprendemos el camino en dirección Osor en paralelo a la riera. Durante este tramo, podremos ver la Gorga de la Plana, una balsa natural formada por las corrientes del agua. Desde aquí afrontaremos la parte más dura del camino. Podemos continuar el camino hacia Osor, siguiendo las indicaciones del parking o hacer un pequeño desvío hacia el Salto del Más Clavé, un pequeño salto de agua que merece la pena explora por la belleza del paisaje.

Avanzamos hasta encontrar el camino de la ida, que nos hará volver hasta el principio y finalizar la excursión.