Visitar La Garrotxa y no hacer una parada en Besalú es como no haberla visitado. El pequeño pueblo medieval está situado a sólo 20 kilómetros de Olot y 35 kilómetros de Girona, por el que se muy sencillo llegar. Un golpe allá nos sorprenderá la belleza de sus calles y el espectacular puente sobre el río Fluvià.
Sy nos adentramos descubriremos las maravillas que se esconden entre las estrechas calles de este pueblo donde durando mucho tiempo convivieron judíos y cristianos. Gracias a esta convivencia podemos encontrar muchos restos de los antiguos habitantes judíos, como por ejemplo la Miqvé, una pequeña piscina situada bajo la sinagoga que servía para hacer los rituales de purificación que requiere el judaísmo.
Unon otro de los puntos de interés de Besalú es el monasterio de Sant Pere, con su iglesia construida en 1160, que consta de tres naves y un gran ábside. El mejor de Besalú es perderse por sus callejones medievales y sentir como si estuvieras otro golpe a la Edad Media.