El otoño deja postals muy bonitas en todo Cataluña. No solamente al entorno natural, como hablábamos de la Fageda de en Jordà, sino también con muchos pueblos que acontecen espacios idílicos cuando llega el otoño.
Hoy hablamos de Castellfollit de la Roca, una pequeña localidad ubicada en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, que está situada encima de un risco basàltic de unos 40 metros de altura y cuenta con un kilómetro de longitud.
Un pueblo singular que en 2017 la famosa publicación de viajes y natura, National Geographic, catalogaba como uno de los 10 pueblos con más buenas vistas del mundo.
Castellfollit de la Roca perteneciendo en la comarca de la Garrotxa, en la provincia de Girona, es uno de los términos más pequeños de España con menos de 1 km² de superficie, y el segundo más pequeño de Cataluña y el más pequeño de la provincia de Girona, valga la redundancia.
El centro histórico se encuentra encima de una cinglera basàltica (roca de origen volcánico), siendo uno de los muchos ríos de lava que, al enfriar en contacto con el agua, dejaron su forma peculiar. Una ubicación que ofrece una vista muy singular que se puede capturar desde un antiguo puente que hay a la parte baja del pueblo.
Visitar el casco antiguo es una cita obligada si se visita la población, así como el extremo del risco, donde hay la Plaza Josep Pla, que acontece un fantástico mirador al valle. También se puede optar para subir al campanario de la iglesia de Santo Salvador para disfrutar de unas vistas espectaculares.
Situación privilegiada, vistas maravillosas y un pequeño casco antiguo muy bonito, que con la llegada del otoño cogen un aire de postal que hacen que visitar Castellfollit de la Roca sea una de las opciones más bonitas para disfrutar en Cataluña.