Leyendas de Catalunya: La leyenda de santa Eulàlia, copatrona de Barcelona

La Mercè no siempre ha sido la patrona de la ciudad condal

Sabías que La Mercè no siempre ha sido la patrona de Barcelona? Y sabías que la primera fue Santa Eulàlia ? La Virgen María de la Mercè, que salvó Barcelona de una plaga de saltamontes al siglo XVII, la sustituyó. Se llama que por eso cada año llueve por las fiestas de la Mercè, porque Santa Eulàlia llora por la tristeza de haber sido olvidada por el pueblo Barcelonés.

La leyenda:

A la época romana, en el siglo IV DC., vivió Santa Eulàlia, una chica de 13 años que era pastora de gansos y vivía al desierto de Sarriá. En estos tiempos el emperador Dioclesià, puso al despiadado Dacià como gobernador de nuestras tierras, quién emprendió una persecución a la religión cristiana bajo las órdenes de su emperador. Eulàlia por voluntad propia fue a Barcino a hablar con Dacià para que pararan la persecución a la comunidad cristiana.

Eulàlia, que quiere decir muy hablada en latín, le argumentó a Dacià que su emperador no es una divinidad. Dacià al ver que Eulàlia, con su buena oratoria era muy convincente, decide cerrarse en banda y darle 13 oportunidades de retractarse de la fe en Jesucristo.

Estas 13 oportunidades fueron 13 torturas. La primera fue cerrarla al arco de Santa Eulàlia, donde ahora actualmente hay una pequeña capilla. Dicen que en esta calle nunca da el sol, que solo, el 12 de febrero, día en que la Santa bendice esta calle con rayos de sol.

Eulàlia también fue paseada desnuda por las calles de la ciudad para avergonzarla, pero de repente, cayó nieve del cielo, y cubrió su cuerpo para acabar con la tortura.

Una de las torturas más conocidas es la de la bajada de Santa Eulàlia, situada en la zona del antiguo callo donde hay en la actualidad una capilla y debajo unos versos de Verdaguer. Explican que la pusieron dentro de un barril con cuchillos, clavos y cristales y la hicieron bajar 13 veces.

Después de las 13 torturas, Eulàlia no se quiso retractar de la fe cristiana, por lo tanto, decidieron crucificar-la. Hay diferentes versiones que dicen donde la van crucificar. La versión más popular dice que estuvo en la plaza del Padrón, donde confluyen la calle del Carme y la calle Hospital, donde en la actualidad encontramos una estatua de Santa Eulàlia.

Dice la leyenda que después de haber sido torturada, Santa Eulàlia fue enterrada en las afueras de Barcelona a Santa Maria del Mar, pero más tarde, el Obispo Frodoí después de la conquista Carolingia de Barcelona, fue a encontrar los restos y las llevó a la Catedral. Actualmente, se conservan en una urna de piedra con una inscripción del siglo X.

FUENTE: festesmajorsdecatalunya.cat

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