El monasterio de Santa Maria de Ripoll es un edificio conocido como monasterio benedictí a la localidad de Ripoll, Cataluña. El monasterio, fundado hacia el año 880 por el conde Guifré el Pilós, aconteció lugar de entierro de los condes de Barcelona y Besalú y un centro cultural de scriptorium muy importante de la Cataluña medieval, con una proyección a la altura otras abadías europeas de este periodo. Fue declarado bien cultural de interés nacional en 1931.
El edificio pasó por varias ampliaciones, reformas y reconstrucciones debidas a falta de espacio, incendios, pillajes y finalmente profanaciones de tumbas durante la Guerra Civil española, por lo cual del gran conjunto monástico sólo restan la basílica y el claustro reconstruidos y el edificio adosado al claustro, antigua vivienda del vicario y en la actualidad suyo del ayuntamiento de la villa.
Pero si destaca por algo en particular el monasterio, es por la portalada en forma de arco de triunfo realizada al siglo XII. Es considerada como una gran obra de la escultura románica monumental en Cataluña, con la imagen central superior de la Maiestas Dominio, el apostolat y escenas del Antiguo Testement.
Se trata de una obra única. Su singularidad rae tanto en su forma, un gran arco de triunfo, como en la riqueza y complejidad del programa iconográfico, concebido muy probablemente dentro la propia comunidad de benedictins ripollesos.