Si hablamos de municipios con encanto en Cataluña, no podemos dejar de hablar de Montblanc , en la Conca de Barberà (Tarragona). Un municipio que en otoño se llena de colores, y que cuenta con un gran legado medieval que todavía es muy visible, entre otros, con la muralla que rodea todo el núcleo histórico de la villa. No va, es la cuna de la leyenda de Sant Jordi, y todavía se puede respirar esta historia cuando se pasea por sus calles.
En torno a Montblanc en otoño
Hay que destacar el entorno que rodea la villa. Y es que el territorio del término municipal de Montblanc está formado por tres zonas muy diferenciadas: la sierra de Miramar, las montañas de Prades, y los terrenos bajos de la cuenca del río Francolí. Unas zonas que, en otoño, ofrecen un espectáculo de colores que no deja indiferente a todo aquel visitante que opta para salir a pasear por este lugar. No va, las montañas de Prades y la sierra de Miramar contienen dos zonas PEIN (Pla de Espacios de Interés Natural), protegidas por la legislación catalana por su alto valor natural.
Así que ya sabéis, si os queréis perder por una fantástica villa medieval, y disfrutar de la natura en su máximo esplendor, no dejáis de visitar Montblanc durante el otoño!