La vaca de la Albera es una raza de vacas propia de la Albera que ha sobrevivido en tiempo de semillibertat durante mucho tiempo. Se cree que la carencia de interferencia humana podría haber ocasionado que fueran los ejemplares más cercanos al ur, el bóvido del cual descienden todos los bravos occidentales.
Esta raza, en franca regresión, se encuentra sobre todo en el Paraje Natural de Interés Nacional del Albera, situado al nordeste del Alt Empordà. Los ejemplares que restan actualmente pertenecen a una única explotación ganadera del término municipal de Espolla, a la Finca Baussitges.
El censo actual de animales de la raza supera ligeramente los 400, entre ejemplares jóvenes y adultos; por lo tanto, se trata de una raza que hay que conservar y fomentar por su importancia en el mantenimiento del patrimonio genético de Cataluña.
Existen dos asociaciones con el objetivo de aumentar el número de explotaciones para repartir las vacas de la Albera de la finca Baussitges por varias heredados. Son la Asociación Baussitges Vaca de la Albera y la Asociación de Ganaderos de la Vaca de la Albera.