El rincón medieval de Madremanya

El lugar de interés escogido de la comarca del Gironès de esta semana es, Madremanya. Un patrimonio cultural e histórico que vale la pena visitar.

 

Madremanya cuenta con un casco antiguo que se eleva sobre un cerro presidido por la iglesia fortificada de Santo Esteve de origen medieval y por la antigua muralla que cuenta con un portal al ala oeste, situado en la calle de Santo Esteve o uno a la zona norte, en la plaza de los Cuatro vientos.

Calles que parecen sacados de un cuento de hadas, empedrados y plenos de pequeñas plazoletas encabezadas por la iglesia de Santo Esteve. Siguiendo la línea histórica, se hace imperativo visitar el templo de estilo románico tardío. A la parte exterior, destacan las obras de fortificación con muros que rodean todo el conjunto y que convirtieron la antigua espadanya en un campanario de torre cuadrada. Antiguamente en esta iglesia se veneraba a la Virgen de Madremanya, una talla del siglo XIV. Hoy en día esta talla se encuentra al Museo de Arte de Girona.

 

Preside el Castillo de Millàs del año 1035, tiene una iglesia parroquial fortificada que data del siglo XII-XIV y conserva restos del recinto medieval amurallado que hacen que haya sido declarada como conjunto histórico-artístico. Para aquellos que quieran alargar su ruta pueden subir a la Cruz de Millàs y la Cruz del término del Pedró o incluso la Font Picando, en pleno macizo de Las Garraves.

 
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