El espía catalán que enredó el führer

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Joan Pujol Garcia, conocido como GARBO por los británicos y como ALARIC por los alemanes, es uno de los dobles agentes más famosos de la historia. Sus mentiras y engaños, confundieron y enredar el ejército nazi alemán, permitiendo la victoria de las tropas aliadas en la fatídica segunda guerra mundial.

Nacido en Barcelona, el 1912, Pujol experimentó de primera mano los horrores de la guerra civil, y el posterior régimen franquista. Proveniente de una familia liberal y de izquierdas, rechazaba el totalitarismo y el fascismo que en aquel momento se empezaba a apoderar de Europa. Cuando estalló la segunda guerra mundial, decidió presentarse como espía para el servicio de inteligencia británico, en aquel momento, la única bastante opositora a los alemanes. Los británicos, pero, lo rechazaron, debido a su inexperiència en el mundo del espionaje y su incapacidad de hablar inglés.

 

Pujol, pero, era el maestro de los estafadors. Ofreció sus servicios al ejército alemán, simulando ser un oficial español fanático del nazismo. Con poco tiempo, Pujol pasó a ser un simple granjero, a ser uno de los espías más valorados del ejército alemán. Pujol engañó los nazis, haciendo ver que se encontraba en Londres, a pesar de no haber pisado nunca la capital inglesa. Gracias a la ayuda de un mapa de la red ferroviaria inglesa, y desde su residencia en Lisboa, Portugal, el espía se inventó una red de 27 espías ficticios, que, repartidos por la Gran Bretaña, le suministraban información sobre los supuestos movimientos del ejército aleado.

Viendo su potencial, el servicio de Inteligencia británico, la MÍ5, aceptó finalmente el espía barcelonés, después de rechazarlo 5 veces. El espía se trasladó, ahora sí, en Londres, donde pasó a ser un doble agente, llamado GARBO por los Británicos, puesto que lo consideraban "el mejor actor del mundo". Durante los momentos más tensos de la guerra, Pujol mantuvo engañados los nazis, enviándolos información falsa o real, pero que la recibían demasiado tarde. Garbo, incluso, tuvo que simular la "muerte" de uno de sus espías inventados, para justificar la falta de información de los movimientos de las tropas aliadas estacionadas en Glasgow. El gobierno británico colaboró con esta mentira, publicando un hoz obituari en el diario, convenciendo incluso a los altos oficiales nazis, que visitaron la viuda del "difunto".

Imagen del desembarco de Normandía | CNN

 

 

Aún así, la mentira definitiva de Joan Pujol llegó el penúltimo año de la guerra. El ejército aleado preparaba la invasión de Francia, y tenía muy presente que el ejército alemán estaba al cabo de la calle. Si los alemanes llegaban a saber el lugar exacto donde los ejércitos desembarcarían, los aliados fracasarían y seguramente, perderían la guerra. Gracias a sus técnicas de manipulación, Pujol convenció los nazis que el desembarco tendría lugar al Paso de Calais, y no en Normandía. Los explicó que los aliados tenían unas tropas especiales llamadas FUSAG, unas tropas que no existían. El ingenio de Pujol acabó convenciendo el mismo Hitler, que envió sus refuerzos en Calais y no en Normandía, como estaba previsto. Así pues, gracias a la destreza de un barcelonés de 32 años, mientras los aliados desembarcaban en Normandía, la mayor parte de los nazis estaban palplantats en Calais, esperando un desembarco que nunca pasaría.

Joan Pujol Garcia es, a día de hoy, la única persona que tiene la distinción de haber recibido una cruz de hierro alemana y haber sido nombrado miembro de la Orden del Imperio Británico.

 Este es sólo una pequeña cata de la increíble vida de este catalán, que salvó más de diez mil vidas y ayudó a ganar la guerra.

 
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