El 15 de octubre de 1940 fue fusilado a las seis y media de la madrugada, al cementerio de Santa Eulàlia del castillo de Montjuic , el presidente de la Generalitat de Cataluña Lluís Companys. Tenía 58 años, y el último que llamó fue "Por Cataluña!".
Lluís Companys fue el primer presidente del Parlamento de Cataluña (1932-1933), ministro del Gobierno español (segundo semestre del 1933), presidente de la Generalitat de Cataluña republicana (1934 y 1936-1940) durante la Segunda República Española y presidente de ERC (1933-1934).
El año 1939, a finales de la guerra civil española y cuando las fuerzas franquistas estaban a punto de entrar a Barcelona, Companys huyó con otros miembros del Gobierno hacia el norte del país. Se exilió en Perpiñán y finalmente en París, para trabajar en la representación de la Generalitat en el exilio.
Acabó a La Baule-las-Pinos (Bretaña), donde se quedó a pesar del peligro que corría, para no perder el contacto con su hijo Lluís, que sufría una grave enfermedad mental. El 13 de agosto de 1940 fue detenido por la Gestapo por orden de las autoridades españolas.
Companys fue traído primero en Madrid, donde se le abrieron diligencias para "ser el Presidente de la Generalitat, ministro de la República y responsable de los hechos realizados en Cataluña". Después de varios interrogatorios, el 3 de octubre fue trasladado al Castillo de Montjuic en Barcelona para hacerle un consejo de guerra sumaríssim sin garantías procesales y, como se ha demostrado posteriormente, de forma ilegal. En el consejo de guerra contó con un abogado defensor militar, en Ramón de Colubí, un joven que, a pesar de no conseguir su exculpación, va empatitzar con Companys.
Es el único presidente de gobierno elegido democráticamente que ha muerto ejecutado.