El 14 de noviembre de 1963 el diario francés LeMond e publicaba unas declaraciones del Abad Escarré, entrevistado por el periodista José-Antonio Novais, de abierta oposición a la dictadura. Unas declaraciones que permitieron dar a conocer una corriente de opinión creciente entre católicos catalanes que querían un futuro democrático para su país.
El Abad Escarré consideraba el Estado franquista, autodenominado católico, como "un estado que no obedece los principios básicos del cristianismo", pidiendo que el pueblo pudiera elegir su gobierno, garantizar la libertad de prensa, el fin del clima de guerra civil, y defender la lengua catalana, no como "un deber, sino muy bien una necesidad; cuando se pierde la lengua, la religión también tiende a perderse".
Pocos días después de estas declaraciones se clausuró Òmnium Cultural y se asaltaba el Casal de Montserrat en Barcelona.
El 1965 el gobierno franquista lo obligó a abandonar Cataluña y pasó a residir al monasterio de Viboldone (Llombardia), y el 1966 el gobierno español lo obligó a renunciar al título de abad de Montserrat.