Paseamos por la Feria de Santa Llúcia más antigua de Cataluña

La Feria de Santa Llúcia de Barcelona es la feria más antigua de Cataluña que gira alrededor del mundo del pesebre y de las tradiciones navideñas. La fecha más antigua que conocemos de la feria corresponde al año 1786, y después de 234 ediciones, este año se ha adaptado a la situación de pandemia generada por la Covid-19.

Este año, la feria se inauguraba el 27 de noviembre, y se podrá visitar hasta el 23 de diciembre. Para hacerla compatible con la situación que se vive, este año la feria está perimetrada, cuenta con dos entradas y salidas muy señalizadas, hay control de aforo, mascareta, hielos hidroalcohòlics y distancia.

Una feria que está ubicada, como cada año, a la avenida de la Catedral de Barcelona, pero que este año ha reducido las 282 paradas del 2019 a 121, garantizando la variedad de productos, pero también garantizando la distancia de seguridad entre los visitantes y los paradistes.

Un poco de historia

Hay dos fuentes que dejan constancia, tal como señala firadesantallucia.cat. La primera la encontramos en la pluma de Rafael Amat, escritor catalán del s.XVIII (1746-1818), conocido con el apodo de Barón de Maldà, y donde en una crónica de su dietario de 60 volúmenes que lleva el título de " Cajón de sastre " dice: " Día 13 de diciembre, Santa Llúcia Virgen y Mártir. hubo fiesta dentro de la Catedral, en la capilla y altar donde s´ venera la imagen de sta. Llúcia, con alguna reliquia; y fuera los claustros, con feria delante en sueño calle, muchas casetas de pesebre (...), figuras de vallo y cartón primorosas, imágenes de Sants y pastores, bueyes y mulas y otras bestias..., que traen suficientes empujones de gente en tal calle (...). Y dentro de la Sede por oir misa de gente y encomendarse a la gloriosa Santa porque los conserve la vista y la claridad."

La segunda fuente, nos llega del grande folklorista y autor del costumari catalán Joan Amades (1890-1959) que confirma en 1786, como la fecha conocida más antigua y fidedigno. Ni las calamidades, como la terrible epidemia de fiebre amarilla que sufrió la ciudad de Barcelona en 1860, impidieron la celebración. Joan Amades habla de Santa Llúcia como la patrona de las modistas, sastres y de todos aquellos quienes trabajan en el arte de la aguja, así como de los ciegos; es por eso que se la conoce popularmente como "la abogada de la vista".

También se nos dice que la Feria de Santa Llúcia era conocida como "la feria de las chicas", porque se creía que al ir muchas solteras, era un buen lugar para concertar casamientos. Las chicas de la cercanía iban acompañadas de su madre, muy vestidas y enjoyadas, para ver si encontraban pretendiente.