Las calles de la Patum de Berga
Este año no habrá Patum, pero podemos hacer un tumbo por las calles y plazas más simbólicos del Corpus berguedano
Es tradición que el domingo de la Ascensión, el Ayuntamiento de Berga se reúna en Pleno Extraordinario para decidir si habrá o no Patum. Hasta el año pasado, era impensable que los ediles del consistorio berguedano votaran no y, este momento, el único en el cual imperaba la unanimidad y los regidores y regidoras decían un sí claro, conciso e ilusionado, precedía la salida del Tabal que, con su repique de pan-tum, pan-tum, pan-tum-tum-tum, recorriendo las calles de Berga , anunciaba que habría Patum un año más. A partir de aquel momento ya no hay aturador en la capital del Berguedano.
Miráis todas las fotos de los espacios de La Patum.
El 2020, pero, se giró la tortilla y, cómo por todas partes, el qué hasta entonces era impensable fue una realidad más de las muchas realidades sobrecogedoras que nos ha tocado vivir debido a una pandemia mundial y el no al Pleno de la Ascensión va retrucar de pleno al coro de todos los patumaires, cómo lo ha hecho el mismo sobrecogedor no del Pleno Extraordinario celebrado el pasado día 16 de mayo de 2021.
Santa Magdalena. FOTO: Anna E. Puig
Pero, desde el convencimiento que más temprano que tarde La Patum de Berga volverá a llenar de joya los coros patumaires, hoy os propongo un paseo sereno y a la vez nostálgico por los rincones más simbólicos de las calles de la capital berguedana.
La Plazco̧a de Sant Pere, centro neuràlgic de La Patum de Berga. FOTO: Anna E. Puig
LA PLAZA DE SANT PERE
Epicentro de La Patum de Berga, la plaza de Sant Pere conocida también como plaza Quemada, puesto que al s. XVII fue quemada por los franceses cuando asaltaron el castillo y la villa de Berga, es una plaza de origen medieval nombre del cual le viene por la antigua iglesia en honor en Sant Pere de Cohorts.
Actualmente preside la plaza la iglesia parroquial de SantaEulàlia , patrona de la ciudad, y también hay que destacar el edificio de la casa consistorial, un imponente edificio diseñado por Emili Puerta y que fue inaugurado en 1930. A lo largo de los años la plaza ha sufrido numerosas modificaciones hasta llegar al aspecto actual fruto de una controvertida restauración a primeros de los años 90 del siglo pasado.
Detalle de una Guita Chica en una ventana de una vivienda del casco antiguo. FOTO: Anna E. Puig
Ir a hacer un tumbo por la plaza más famosa de Berga cualquier día del año, lejos del Corpus berguedano, hace que todo el mundo la vea más pequeña del que parece en los días de la fiesta cuándo miles de personas saltan y bailan al ritmo de las comparsas de La Patum.
Durante los días de Corpus, Sant Pere acoge la salida y llegada de los pases de miércoles y sábado y las patums completas de jueves y domingo así como la Patum Infantil.
El barrio de la Piedad té su particular Patum. FOTO: Anna E. Puig
LA CALLE DE LA PIEDAD
Una semana después de la salida del Tabal, el fin de semana de Pentecosta , un barrio del capdamunt de la villa celebra su particular réplica, con todos los eres y uts, de la fiesta, sirviendo La Patum de la Piedad como preludio de todo aquello que la ciudad se prepara para vivir diez días después.
Una patum que, desde el año 1962, sirve de entrenamiento por los berguedanos y berguedanas que, pequeños y grandes, se reúnen en las calles de este barrio del casco antiguo de Berga para empezar a oler pólvora y ambientarse por el que tiene que venir.
La Plazco̧a Viladomat lugar donde se hace la prueba de los fuets de la Patum el día de Los Cuatro Fuets. FOTO: Anna E. Puig
LA PLAZA VILADOMAT
Uno de los otros puntos neurálgicos de la fiesta berguedana es la Plaza Viladomat seguida por el Paseo de la Industria, también conocido cómo El Valle, en este lugar hay otro acto simbólico que precede los días de Corpus: Los cuatro fuets.
El domingo de la Santísima Trinidad, fin de semana anterior a la semana de Corpus, puntuales a las 8 del anochecer, desde bajo el Ayuntamiento salen cuatro Mazas acompañadas del Tabal para llegar a la Plaza Viladomat, donde un montón de berguedanos los esperan para verlos hacer dos pases.
Actualmente es un acto simbólico dentro del marco del ritual patumaire, pero pretéritamente servía para probar los fuets utilizados por Patum, puesto que, antiguamente, eran elaborados a mano por artesanos y había que probarlos. Actualmente, a pesar de ser elaborados de forma mecánica por una pirotecnia son muy comentados por los asistentes y el debate si estallan bien o no es siempre el que acompaña una buena cena de pinxos a las paradas de comer y beber que hay situadas a lo largo del mismo paseo durante las fiestas de Corpus.
La Plazco̧a de Santa Magdalena. FOTO: Anna E. Puig
LA PLAZA DE SANTA MAGDALENA
El casco antiguo de Berga se llena de vida durante la semana de Corpus, las calles y callejones más estrechados del capdamunt de la villa parece que, por arte de magia, se ensanchen durante los pasacalles para tragar miles y miles de patumaires que siguen las Mazas, las Guites y los Gigantes a los diferentes saltos que se hacen en las plazas el miércoles, y ante las casas de autoridades y administradores, sábado de Patum.
Una de las plazas más emblemáticas del pase de miércoles es el salto bajo el Portal de SantaMagdalena , la puerta que daba entrada a la ciudad por el sector nororiental y el único de los siete portales de la muralla que se conserva en la actualidad.
La Calle Ciudad, també conocido como Calle Mayor és uno de los nervios de la fiesta berguedana. FOTO: Anna E. Monte
LA CALLE MAYOR
La Calle Ciudad, también conocido como Calle Mayor de Berga, es uno de los otros puntos claves de la fiesta berguedana. Los pasacalles de miércoles y sábado hacen camino y, uno de los momentos más míticos de los pases patumaires, es la subida por la Calle Mayor de los Gigantes Viejos que, después de hacer los Tirabols de la plaza de San Juan, y hasta llegar a la plaza de Sant Pere, nos hacen vivir uno de los momentos más especiales de La Patum, con una música propia y una catarsis colectiva, los patumaires saltan y bailan y cantan al sonido del Ella se lo piensa.
La bajada de la Ribera, el camí que lleva los Plenos desde los vestuarios hasta la Plazco̧a de Sant Pere. FOTO: Anna E. Puig
LA BAJADA DE LA RIBERA
No podemos acabar este pequeño paseo por los lugares más simbólicos de La Patum de Berga sin hacer mención de la Subida de la Ribera. Una pequeña calle con una notable pendiente que aboca en la plaza de la Ribera, lugar donde hacen su trabajo los vestuarios y vestidores de Plenos.
Ensartar la calle de la Ribera, vestido de Pleno, es toda una proeza, puesto que el demonio patumaire va vestido con un mono confeccionado de ropa ignífuga de un grueso y pes considerables. A la cola del traje lleva ligados tres fuets envueltos de la correspondiente vidalba para amortiguar el trueno de los fuets y al cabo lleva una carota de Pleno también debidamente vestida con tres fuets a cada cuerno también todo recubierto de vidalba. Este esfuerzo, pero, tiene la suya recompensa, puesto que al culminar las escalas, te encuentras al Infierno, llenando la plaza de Sant Pere de fuego y de desmadre y, un golpe logrado el salto con éxito, la bajada debe de ser lo más pareciendo de volver al Cielo...
Las calles del casco antiguo de Berga sonidón llenos de simbología patumaire. FOTO: Anna E. Puig