El Berguedà, tierra de setas
Por los amantes de la buena gastronomía de otoño, el Berguedà ofrece infinidad de posibilidades de poder degustar las mejores setas
Con la llegada del otoño, llega también uno de los frutos más preciados y deliciosos de los bosques de Cataluña : las setas. Hay muchos tipos de setas , de comestibles y de tóxicos, y la temporada de setas no es nunca la misma, hay años que se hacen muchos, otros que no se hacen...
Pero la cuestión, más allá de si se hacen o no se hacen, es saber disfrutar de este bien que nos regala la madre Tierra y, está claro, también se trata de saber respetar el entorno y de saber a que nos atendemos si decidimos ir a buscar setas. Para hacerlo hay que tener conocimiento del territorio y también, está claro, nociones de micologia , puesto que no saber distinguir un robellón de un pinetell es un fracaso o bien pensarse que una amanita muscaria es una seta comestible puede ser fatal...
Miráis más fotos de setas!
Cestas para cosechar setas. FOTO: Anna E. Puig
Ir a buscar setas implica un compromiso con la natura y un saber hacer: tenemos que tener en cuenta que el tiempo puede cambiar muy rápidamente y, por lo tanto, hay que haber consultado la meteorología e ir debidamente vestido y calzado por la ocasión, puesto que nos podemos alargar badant buscando setas y el tiempo puede ser más frío del qué nos habíamos imaginado, también hay que saber donde se va y cuidar el entorno.
También hay que respetar los ganaderos y labradores del territorio: no aparcar el coche en lugares de paso o de maniobra de su maquinaria, no poner-nos adentro de prados pensando-nos que son parkings gigantes y gratuitos, velar para no dejar ningún hilo abierto y no estropear campos ni cultivos son cuestiones básicas que nos distinguirán también de ser buenos o males boletaires, más allá de si llenamos la cesta o no.
Las cocinas del Berguedà trabajan las setas de maneras muy diversas. FOTO: Anna E. Puig
Por eso, al Berguedà hay un delicioso proyecto denominado La cocina de la seta al Berguedà. Esta iniciativa, que va desde el 25 de septiembre hasta el 15 de noviembre, agrupa catorce establecimientos de la comarca que ofrecen su mejor cocina con la seta como protagonista y que permiten degustarlos a través de unos menús creados expresamente para poder disfrutar de la mejor gastronomía de proximidad y que acercan el territorio a la tabla mediante los mejores productos locales que nos podamos imaginar.
Feria de setas. FOTO: Anna E. Puig
Además, la posibilidad de disfrutar las setas del Berguedà no acaba aquí y, además de podernos sentar en una tabla de los mejores restaurantes, también podemos llevarnos a casa las mejores setas sin tenernos que adentrar al bosque y sin tenernos que agachar. Pues, durante todo el otoño, hay numerosas fiestas, ferias y mercados de la seta en las cuales, además de poder adquirir conocimientos y aprendizaje sobre el arte de ir a buscar setas, también nos los podremos llevar en casa y aprenderlos a cocinar y disfrutarlos en el gusto de cada cual. En estas fiestas y ferias de setas hay la posibilidad de asistir a charlas de expertos en micologia, demostraciones gastronómicas y también, está claro, paradas y más paradas con todo tipo de setas: robellones, ceps, moixerons, camagrocs, múrgoles, huevos de reig...
Robellones acabados de cosechar, listos para cocinar. FOTO: Anna E. Puig
Otra buena opción para profundizar en el maravilloso mundo de las setas es hacer una parada al Museo de Arte de la Seta de Montmajor. Se trata de un museo único a Cataluña que, a partir de piezas creadas exclusivamente por la ceramista Josefina Vilajoana, nos permite poder conocer de manera hiperrealista las diferentes tipologías y clases de setas que hay, un valioso aprendizaje por cuando decidimos irlos a buscar bosques adentro!
El Berguedà és tierra de setas y sonidón muy presentes a totarreu. FOTO: Anna E. Puig
El Berguedà es, indudablemente, tierra de setas, por eso hacer una estancia a esta comarca del Prepirineo es un imprescindible para poder disfrutar del sabor del otoño, del olor de tierra mojada y de los mil gustos que las setas dan al plato y a la vida de quien los sepa apreciar.