Tió de Nadal

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Dos personajes entrañables de Navidad: el Tió y el Caganer

En casi todos los hogares habitan estos personajes durante las fiestas

Cuando ya faltan muy pocos días para celebrar la Navidad, no podemos olvidar que hay una serie de elementos que forman parte de la tradición catalana, y que no faltan ningún año a los hogares de todo Cataluña. Hablamos, entre otros, del Tió y el Caganer. Pero, cuál es su historia?

El Tió es una tradición catalana que se mantiene a muchos hogares. FOTO: Anna Balsa

Tió de Nadal

Seguro que ya hace días que ha llegado a casa. Y desde entonces, tenemos el Tió muy tapado con una manta y lo hemos ido alimentando porque la noche de Nadal haga su función: cautivar y sorprender los más pequeños. Estos, palo en la mano, y cantando canciones, lo golpearán para conseguir sus regalos o golosinas.

Este hecho tan habitual esconde una historia detrás. La idea surgió de la voluntad de garantizar que la natura no perdiera su fertilidad durante los meses de invierno. Un sabio quiso rendir un homenaje a la natura en el momento en que, con el solsticio de invierno, esta quedaba dormida.

Así, poner el tió en casa era un símbolo de veneración, y él como regreso, calentaba el hogar. Por eso se el atiava con un bastón, para mantener su rescoldo. Con los años, este regreso se sustituyó por golosinas, símbolo de la abundancia prometida después del invierno.

En la actualidad, el Tió llega a los hogares unos días antes de Nadal, normalmente por Santa Llúcia (13 de diciembre), y se guarne poniéndole cara, patas y barretina. Nunca falta la manta para cubrirlo y protegerlo del frío, y cada día hay que darle comer.

Y así se está al hogar hasta el 24 de diciembre por la noche, o el 25 a mediodía, cuando, tapado con la manta, los más pequeños (y también los adultos) el atien con un bastón mientras cantan su canción. Al acabar, y levantar la manta, aparece la recompensa. Dulces y regalos por todos los que lo han cuidado!

El caganer

El Caganer

El otro personaje que no falta a los hogares, concretamente a los pesebres, es el Caganer. Tradicionalmente se representa vestido con faja y barretina y luciendo una pipa a los labios, pero con el paso de los años ha ido evolucionando y actualmente se crean modelos de personajes célebres como políticos, actores, músicos o futbolistas, así como caganers dedicados a poblaciones concretas, tradiciones lejanas, oficios o animales.

Los primeros caganers documentados datan de las postrimerías del siglo XVII y el comienzo del XVIII. Son, en origen, un tipo de personificación en tres dimensiones de escenas cotidianas que ya se representaban en baldosas decorativas desde el siglo XVI, entre ellas la imprescindible acción de defecar.

Pero, que simboliza? Durante muchos años se ha asumido que el personaje es un vestigio de antiguos cultos de fertilidad de la tierra, propiciadors de abundor y suerte, representados en un contexto de religiosidad popular doméstica cómo es el pesebre. Así, con sus excrementos adobaba la tierra y la fertilizaba por el año próximo. Con él había la salud y la tranquilidad de cuerpo y alma con la alegría que comporta Nadal. Colocarlo en el pesebre trae buena suerte y alegría.

Versiones más recientes ponen el énfasis en una dimensión lúdica y carnavalesca del fenómeno pessebrista, como contrapartida a la representación oficial de la religión. Otros, establecen un paralelismo entre este personaje y otros de las canciones populares navideñas, como el rabadà, la función de los cuales es hacer bajar a la realidad de la gente acontecimientos de gran altura y rigor teológico.