Cómo hacer una buena calçotada
Comer calçots es toda una fiesta gastronómica en Catalunya durante los meses de invierno
Las calçotades son toda una fiesta a en Catalunya. Una fiesta gastronómica que reúne familias y amigos alrededor de una mesa para disfrutar de esta comida tan nostrada que cuenta con un origen legendario y que se repite año tras año.
Pero, cómo se prepara una buena calçotada? Hoy, coincidiendo con la celebración de la Gran Fiesta de la Calçotada a Valls, te explicamos cómo hacerla.
El ritual de la calçotada
A la hora de hacer una buena calçotada, lo primero es conseguir calçots de buena calidad, y prepararlos. Hay que cortar las hojas verdes y las raíces sin descabezar los calçots.
Hecho este paso, los tenemos que ir colocando en las parrillas, y estas, sobre el fuego, muy vivo.
Mientras se cuecen, los tenemos que sacar dos o tres veces para poder girarlos.
Cuando ya están cocidos (blandos de la punta, y negros por fuera), los envolvemos con papeles de periódico para mantener el calor y comerlos calientes.
Hay varias teorías y leyendas sobre cómo se empezó a comer calçots. FOTO: C.Caballé
A comer!
A la hora de comerlos, los llevamos a la mesa envueltos sobre una teja.
Cada comensal los esperará con su tradicional babero, y con salsa de calçots y pan tostado.
Y si se sigue la tradición, los calçots se comen de pie. La cantidad? La que cada cual desee (y pueda digerir!).
El vino, con puerró
Y cómo acompañamos los calçots?
Además de los calçots, preferiblemente de Valls, cuna de los calçots, toda buena calçotada tiene una serie de elementos gastronómicos que no pueden faltar para completar la comida. Hablamos de la ya citada salsa especial para calçots, la carne de cordero y la morcilla, y los postres. No pueden faltar tampoco el vino y el cava, un buen café, y un licor para cerrar la comida.
Así, mientras comemos los calçots, aprovecharemos las brasas para cocer la carne, y, si queremos, también podemos cocer unas alcachofas.
Regaremos la comida con un buen vino, preferiblemente bebido con el porrón.
Y al acabar, unos buenos postres. Tradicionalmente, se comía una naranja y merengues, pero actualmente, se suelen acompañar de crema catalana.
Con todo esto, ya habréis hecho una calçotada perfecta. A disfrutar!