Tarragona está de Fiesta Mayor!
Las fiestas en honor a Santa Tecla se celebran alrededor del 23 de septiembre
Hasta el 24 de septiembre, la ciudad de Tarragona está de Fiesta Mayor celebrando Santa Tecla, patrona de la capital tarraconense. Unas fiestas que arrancaban día 13 de este mismo mes, y que tienen como día central el 23 de septiembre, festividad de la patrona de la ciudad.
Una fiesta declarada Fiesta Tradicional de Interés Nacional en 1996 y Fiesta Patrimonial de Interés Nacional en 2010 por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, y declarada también Fiesta de Interés Turístico por el Gobierno del Estado en 2002.
No en vano, es una de las fiestas mayores más emblemáticas de los Países Catalanes. Una fiesta con unos orígenes que se remontan en el siglo XIV, con la llegada de la reliquia de santa Tecla a la ciudad.
Podéis consultar todo el programa de actas, en este enlace.
Durante más de una semana, locales y visitantes salen a la calle para invadir los espacios más emblemáticos de la ciudad donde se llevan a cabo los actos tradicionales, festivos, religiosos y gastronómicos.
La Fiesta de Santa Tecla, el día 23 por la tarde, el Seguici Popular se pasea por las calles de la Part Alta (casco antiguo) abriendo a la reliquia. Destaca la entrada del brazo a la Catedral con el baile conjunto de los elementos tradicionales, los pilares de las colles castelleres, el repique de las campanas y los fuegos de artificio.
Tarragona celebra Santa Tecla FOTO Ayuntamiento de Tarragona
Basura un poco de historia
Si bien a Tarragona el culto a santa Tecla ya era practicado desde muy antiguo, no será hasta el periodo de la Reconquista cuando las fiestas perfilan la estructura embrionaria que se perpetuará y que toma la calle como espacio esencial para su realización. El año 1091 el papa Urbano II restablece la sede metropolitana de Tarragona y declara la festividad de Santa Tecla (23 de septiembre) jornada de precepto y celebración principal del año.
El 17 de mayo de 1321 llegó a Tarragona la reliquia del santo brazo de la patrona. La ciudad preparó un recibimiento espectacular e impactante, que sirvió como punto de referencia para la posterior estructuración de la fiesta. Por primera vez la población ocupa la calle y se lo hace suyo, a través de todos sus estamentos: político, eclesiástico, militar y trabajador. La trascendencia ciudadana que este acto tuvo, y también la equiparación de la festividad de Santa Tecla a la del Corpus Christi, conducirán a la instauración de la celebración solemne de la octava de Santa Tecla a partir del 1359, y a la publicación de un documento clave para entender las fiestas: las Ordinacions de Santa Tecla que el 26 de julio de 1370 establece el arzobispo Pere Clasquerí a instancia de los cónsules de la ciudad.
A las danzas, embrión del séquito popular, se irán sumando elementos que complicarán y completarán progresivamente la dimensión de la fiesta. A partir del 1381 es documentado el bestiario fantástico y popular; a partir del 1385, los personajes bíblicos; desde 1399, las figuras hagiográficas inanimadas; desde el 1402, los juegos o representaciones al·legòriques y los entremeses.
Imagen de Santa Tecla
El XIX será un siglo crucial para la evolución de las fiestas de Santa Tecla. A lo largo de su primera mitad se definirá la morfología de los castillos y su papel dentro de la celebración. La segunda mitad del XIX comporta una nueva refundida de las fiestas. Por un lado, el Ayuntamiento coloca sus elementos definidores en el séquito popular a una categoría artística elevada. Por otro lado, la pirotecnia adquiere una mayor importancia en la fiesta.
El siglo XX, hasta la llegada de los ayuntamientos democráticos de la década de 1970, será un periodo más bien oscuro para el conjunto de las fiestas de Santa Tecla. La llegada de los ayuntamientos democráticos comportó la reivindicación de las fiestas de Santa Tecla cómo la celebración grande de la ciudad de Tarragona. La recuperación del séquito popular, la reinstauración de las tronades, el reencuentro de los toques manuales de campanas, la difusión, la extensión y la mejora del toque de la gralla y el tabal, la diversificación de los instrumentos tradicionales, y también su aplicación, son algunas de las características de las fiestas de Santa Tecla actuales.