El robellón, la seta estrella en casa nuestra
Sin lugar a dudas, el robellón es la seta más buscada por los boletaires en Cataluña
Es tiempo de setas en Cataluña, y a la hora de salirlos a cazar, hay un que, sin lugar a dudas, es la gran estrella a conseguir por muchos boletaires. Hablamos del robellón, una seta bastante común y fácil de encontrar y distinguir, que hace las delicias en la cocina catalana.
Pero no todos los robellones son iguales. Y es que hay de 5 tipos diferentes! Lo sabías? Conozcamos primero esta seta.
El robellón pertenece a la familia de las russulàcies, igual que las llores (rússules). En latín se denomina Lactarius por el látex que desprende. Cuando lo cortamos, el látex que desprende es de color naranja, rojo o violaci, y esto lo distingue perfectamente otras especies muy parecidas que lo hacen de color blanco.
Una seta que recibe diferentes nombres dependiente de la zona. Los nombres más habituales en catalán son robellón, pinetell, pinenca, pinenc y estalla-sangre.
El sombrero del robellón es del color de su sangre, naranja o rojizo, igual que las láminas. De joven, este sombrero es cóncavo y a medida que va creciendo se vuelve plan o en forma de embudo.
Los robellones a la brasa son un clásico de la cocina catalana.
A la hora de buscarlo, hay que intentar encontrarlo cerca de las coníferas, como el pino o el abeto. Y a la hora de comprarlo, tenemos que tener en cuenta diferentes aspectos. El más preciado gastronómicamente es el robellón vinader. El robellón de abeto y el robellón de pino negro son muy inferiores a la cocina, pero son los primeros que salen, y los primeros que se pueden comprar.
Y ya a mesa, el robellón se puede cocinar de múltiples maneras, a pesar de que las más habituales son a la brasa, con picadura de ajo y perejil, o bien con fricandó de carne.
Ya sabéis, los robellones hacen las delicias de grandes y pequeños. No dejáis de disfrutarlos!